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martes, 26 de noviembre de 2019

27N: MOVILIZACIONES CONTRA EL DESPIDO POR ENFERMAR

NO  al despido
POR ENFERMAR
DEFIENDE   TUS   DERECHOS

La Sentencia del Tribunal Constitucional del pasado 16 de octubre, que permite el despido objetivo por ausencias intermitentes, aunque sean justificadas, ha generado una gran indignación y alarma social. El artículo del Estatuto de los Trabajadores que lo permite, el 52.d, existe desde 1980, pero fue con la redacción dada por la reforma laboral de 2012 cuando se endureció sustancialmente su aplicación al suprimir la referencia al volumen de inasistencias total de la plantilla en el centro de trabajo. Con ello se individualiza totalmente el cómputo a considerar y se culpabiliza a la persona por el hecho de ejercer el derecho a una recuperación efectiva en el caso de enfermedades de origen común, entre otros derechos.

El contenido del artículo 52.d fue una más de las razones que nos llevaron a los sindicatos a convocar dos huelgas generales en 2012 para exigir la derogación de la reforma laboral, algo que seguimos reivindicando en la actualidad viendo las desastrosas consecuencias que ha tenido para la clase trabajadora en estos años. Pero la sentencia del Tribunal Constitucional es una vuelta de tuerca más, porque consagra una preeminencia de la productividad y de los beneficios empresariales frente a los derechos de las trabajadoras y de los trabajadores, como pueden ser, el derecho al trabajo y a recuperar la salud tras una enfermedad.

Las personas trabajadoras se ven empujadas a no poder ausentarse justificadamente de su puesto de trabajo y a reincorporarse sin haber podido recuperar su salud, con el consiguiente riesgo para ellas y para el resto de la plantilla. Y siendo esta una situación que afecta al conjunto de la población trabajadora, lo hace de una forma más aguda en el caso de las trabajadoras. Son ellas las que desempeñan profesiones y actividades con una mayor incidencia de patologías que exigen periodos de recuperación cortos y discontinuos, convirtiéndose en objetivos perfectos para la aplicación del 52.d.


A día de hoy, la única vía para defender el derecho a la salud en el trabajo pasa por la derogación de la reforma laboral y del artículo 52.d en particular. Desde 2012 los accidentes de trabajo no han dejado de crecer y difícilmente se va a poder evitar despidos por la vía del 52.d en un contexto de subregistro de enfermedades profesionales, que sistemáticamente son notificadas como comunes por las Mutuas, o de deterioro de las condiciones de trabajo en las empresas.


UGT y CCOO no cejaremos hasta reequilibrar el marco legislativo y ajustarlo a la realidad del siglo XXI. Pero es urgente y de justicia suprimir un precepto legal que ampara la discriminación de forma evidente, que culpabiliza a la persona trabajadora y que impide ejercer los derechos de trabajadores y trabajadoras, como el derecho a la recuperación efectiva.

Derogar las reformas laborales es una necesidad, pero acabar con el artículo 52.d es urgente. Para lograr este objetivo reclamamos a los partidos políticos y a sus grupos parlamentarios un compromiso con la necesidad de mejorar las condiciones materiales de vida de la clase trabajadora. Por estos motivos, CCOO y UGT convocamos concentraciones el 27 de noviembre frente al Congreso de los Diputados en Madrid y en las Delegaciones de Gobierno del resto de Comunidades Autónomas



ESTUDIEMOS LA SENTENCIA: 


EL SUPUESTO CONCRETO: El origen del caso se encuentra en la denuncia interpuesta por una trabajadora aquejada por una hernia discal y despedida tras ausentarse nueve días hábiles, ocho de ellos justificados por baja médica, en un plazo inferior a los dos meses. El Estatuto de los Trabajadores, en su artículo 52, contempla un absentismo superior al 20% de los últimos cuarenta días laborales como "causa objetiva de despido", siempre y cuando el total de faltas de asistencia en los doce meses anteriores supere el 5% de las jornadas. La trabajadora superaba ambos umbrales, por lo que fue despedida sin indemnización.
EL VEREDICTO: En la denuncia, la trabajadora reclamaba la nulidad del despido, amparada en la "evidente amenaza hacia el trabajador enfermo, al disuadirle de permanecer en situación de incapacidad temporal por temor a ser despedido". Es decir, de consumarse su legalidad, el despido generaba un incentivo perverso, al empujar a trabajadores en precario estado de salud a su puesto de trabajo. El Tribunal Constitucional ha fallado en su contra, considerando, como se explica aquí, que la "defensa de la productividad", es decir, la protección del empresario frente al absentismo, prima sobre la "protección de la integridad física y de la salud individual".
La sentencia no es unánime. Hasta cuatro magistrados han emitido cuatro votos particulares mostrando su desacuerdo. 
No ha habido unanimidad entre los magistrados y magistradas del Tribunal, pues la decisión ha sido adoptada por ocho magistrados conservadores y se han emitido cuatro votos particulares discrepantes con la misma. 
Entre ellos, el de la magistrada María Luisa Balaguer Callejón, que expone que la decisión despliega efectos especialmente negativos para las mujeres. En los votos particulares algunos de los motivos más señalados para rechazar la decisión son que obliga a trabajar con una enfermedad, vulnerando la dignidad y el derecho a la salud del trabajador/a, y que incluso puede causar riesgos de salud pública al exponer a la población a virus contagiosos como el de la gripe.
Más allá de las enfermedades crónicas, la magistrada del TC. María Luisa Balaguer argumenta en su voto particular que el despido por ausencias reiteradas debidas a enfermedades constituye una discriminación indirecta por razón de sexo porque “según un estudio realizado por la Universidad Carlos III de Madrid en marzo de 2009 (financiado por el Ministerio de Trabajo en Inmigración), las mujeres presentan mayores episodios de incapacidad laboral temporal en el período considerado (2005-2006). (…) Los autores del estudio encuentran como interpretación plausible de este dato el hecho de que las mujeres sufren más de ciertas enfermedades o accidentes debido a que reparten su tiempo en mayor medida que el hombre entre la actividad laboral y las tareas domésticas, tales como el cuidado de los hijos menores o de otros miembros dependientes en el hogar”.
La Sentencia es muy negativa para las personas con enfermedades crónicas de todos modos porque: a) la mayoría de empresas y mujeres desconocen que el despido por enfermedad crónica se asimila al de una persona con discapacidad, así que el despido se considera tan “normal” como cualquier otro; b) las enfermedades crónicas suelen tardar muchos años en ser diagnosticadas, especialmente en el caso de las mujeres, debido a estereotipos de género que merman la credibilidad de nuestra queja. Esto significa que durante años nuestras bajas justificadas contendrán cualquier explicación genérica. Por ejemplo una mujer con endometriosis no diagnosticada tendrá un informe médico en el que pone “dismenorrea” (dolor menstrual), otro de un periodo distinto en el que pone “dolor de cabeza” y otro en el que aparece cualquier otro síntoma. Lo mismo le ocurrirá a una mujer con fibromialgia, con osteoporosis o con cualquier otra dolencia crónica.
Al final, aunque se establezca una excepción del precepto para los/as enfermos crónicos, este artículo produce una discriminación indirecta para el colectivo, pues una persona con enfermedad crónica tiene que ausentarse del trabajo con mayor frecuencia por motivos de salud que una persona sana. Esto desincentiva la contratación de personas con enfermedad crónica (que es discapacidad según el derecho europeo), dificulta nuestra inserción laboral y provoca nuestra exclusión social. 






















lunes, 25 de noviembre de 2019

25 Noviembre: ¡CONTRA LA VIOLENCIA MACHISTA!

CONTRA LA VIOLENCIA MACHISTA: 



COMO SERVICIOS PÚBLICOS RESPONDER ANTE LA VIOLENCIA MACHISTA
 ES NUESTRA RESPONSABILIDAD  

Hoy, dedicamos esta entrada a aquellos que han entrado nuevos en nuestras instituciones y han sido capaces de romper con un consenso histórico, pretendiendo que retrocedamos décadas en el avance, la sensibilización y la defensa de la mujer… Queremos y nos Queremos LIBRES Y VIVAS.

Nos hubiera gustado que el Alcalde que representa a una ciudad y que los grupos políticos con responsabilidad en el gobierno no se hubieran dejado secuestrar por una minoría, debemos ser claros, contundentes y valientes en decir NO A LA LACRA DE LA VIOLENCIA... Debemos, entre todos y todas poner voz a aquellas que ya no pueden y debemos ser radicales ante esa nueva política de la demagogía que  intenta que regresemos a otra España, la de la sumisión, la obediencia y el silenciao... 

Hoy, más que nunca, más fuerte que nunca debemos acudir a la concentración que se realizará a las 19:30 en la Calle Mayor donde la escultura de la Mujer Palentina y luego caminaremos hasta la Plaza mayor. 



 Lo que esconde la negación de la violencia de género
La violencia de género, desde el punto de vista de la construcción de la identidad de las mujeres, es entendida como un menosprecio o denegación de reconocimiento. De manera que la violencia del menosprecio lleva a la falta del reconocimiento. En estas circunstancias es cuando se produce la violencia de género individual, que ataca directamente a las mujeres que la sufren, dando lugar a una percepción negativa de su identidad y de su situación, circunstancias que se agravan por la ausencia de una respuesta proporcional por parte de la sociedad ante la agresión y la injusticia que están sufriendo.
La razón por la que la sociedad no afronta la violencia de género se encuentra en la intención de desvincularse de la realidad social de la desigualdad y la violencia. Es preferible justificar o contextualizar en casos individuales que reconocer que cada día mueren miles de mujeres en todo el mundo. Enfrentarse a la violencia de género es confrontar con una cultura patriarcal que se ha perpetuado a lo largo de los siglos, discriminando a las mujeres.

La violencia de género cuenta con la normalidad impuesta por una cultura androcéntrica para justificar y retenerla en el hogar, como si se tratara de una circunstancia más de la vida en pareja.
No es de extrañar ante estas circunstancias que cada año se produzcan en España casi 600.000 casos de mujeres maltratadas y que sólo se denuncie un 22% como tampoco resulta extraño que entre las mujeres asesinadas sólo alrededor de un 20% hayan denunciado la violencia que venían sufriendo, y que las ha conducido hasta la muerte a través de ese homicidio.
Es cierto que la sociedad es más crítica y que ya se identifican como machistas determinadas expresiones o actitudes, pero cada día el post machismo utiliza argumentos para reforzar sus posiciones y mientras no se tome conciencia y se desmonten estas mentiras, la desigualdad seguirá existiendo y la violencia continuará cobrando víctimas. En estos días, más que nunca, debemos tener las alarmas puestas para desmontar los discursos neo machistas que quieren que la desigualdad sea legítima. La negación de la violencia de género esconde una trampa mortal.
Hoy, A las 19:30 en la estatua de la mujer en la calle Mayor, caminaremos hasta la plaza mayor para decir basta a la violencia machista contra la mujer.








sábado, 23 de noviembre de 2019

LECCIONES BREVES DE PSICOLOGIA (III): El síndrome del impostor


EL SÍNDROME DEL IMPOSTOR: 

Finalizamos estas últimas entradas del blog con breves nociones psicológicas y que nos encontramos desde la escena laboral a cualquier momento de la vida corriente y que conociendo nos permite entender y finalmente actuar de un modo más correcto.

Hoy, analizamos un síndrome que me despierta una especial solidaridad, por tres motivos, primero porque quien lo padece experimenta una especial desazon interior, segundo porque son muchos los que lo padecen y es cifra que va en aumento y finalmente por que para mí es difícil poder ayudar.

 EL término:

Un impostor es aquel que finge ser alguien que no es para conseguir un objetivo, en la otra cara de la moneda, las personas con síndrome de impostor piensan y creen que no son merecedoras del éxito al que han llegado y se siente un fraude.

Por tanto, definimos el síndrome como un malestar emocional cuya causa se encuentra en el sentimiento de no merecer el puesto o situación laboral, social o académica que se ostenta.

Es importante que en este supuesto no estamos ante un trastorno clínico sino simplemente ante un conjunto de sentimientos, sensaciones y síntomas que generan malestar en quien lo padece; y que se reduce a una creencia de no ser merecedora de la posición que tiene, y se considera un frade y teme que los demás lleguen a darse cuenta de lo mediocre que es o la falta de méritos propios.

Los síntomas y efectos:

Resumidamente y que resulte comprensible, señalar que:
  1. Cree que los logros no son merecidos, y se deben a la suerte o a la fortuna que es generosa con ella.
  2. Desconfianza en su propia competencia y habilidad que le ha conducido al éxito.
  3. Temor a que los demás descubran el fraude.
  4.  Una inseguridad constante en el ámbito que se trate (social, laboral…)
  5. Ante cualquier situación que requiere de su actuación siempre alberga una sensación de fracaso.
  6. Al evolucionar bajo este síndrome puede generar una actividad de renuncia o pasividad por falta de motivación suficiente.
  7. Finalmente, emocionalmente genera situaciones de ansiedad, tristeza.

Cosecuencias:

Directamente la principal consecuencia es que puede conducir a que el afectado renuncie a cualquier proceso o opción de promoción al entender que eso pondrá en evidencia su incapacidad, que adopte posiciones conservadoras y siempre en zona de confort con lo que finalmente la propia sociedad o el ámbito laboral de su empresa pierde un factor de capital y de crecimiento.
 Además aumentará sus niveles de estrés, afectando a la productividad ya que de forma consciente o inconsciente dejará para más tarde tareas que le pudiesen comprometer o le conducirá a una actuación sobredimensionada para autojustificarse.

FINAL:

Si estás cerca de estos patrones de comportamiento, te sugiero que cuando te hagan cumplidos por tu trabajo como reto lo agradezcas con sinceridad aunque en tu interior pienses que no eres merecedor, segundo, busca ayuda como orientación de un coaching o de profesionales. No está calificado como grave y por tanto es fácil que con el tiempo desaparezca esa extraña sensación de no merecer.

jueves, 21 de noviembre de 2019

LECCIONES BREVES DE PSICOLOGÍA (II): EL SÍNDROME DE HYBRIS


EL SÍNDROME 

DE HYBRIS:

La enfermedad del poder 
o del que lo sabe todo.




"La soberbia es una discapacidad que suele afectar a pobres infelices mortales que se encuentran de golpe con una miserable cuota de poder" Libertador Don José de San Martín (1778- 1850).





«Aquel a quien los dioses quieren destruir, primero lo vuelven loco.»

En la entrada anterior comentábamos sobre el síntoma del estúpido vanidoso y ahora completamos con este sindrome que si se acerca a la enfermedad, y como se reocge en la citaa de José  San Martín solo importa de una miserable cuota de poder o como decía simpre el analista local que para conocer a fulanito hay que darle un carguito y es cierto dentro de nuestro pequeño y breve mundo local o autonómico  y como este extraño virus contagio a algunos de ellos. 


El concepto griego de “hybris” que se traduce como desmesura y hace referencia a ese orgullo o confianza exagerados que llevaba al desprecio temerario hacia el espacio del otro (ejemplo el actor que invade siempre la escena quitando obsesivamente protagonismo); hasta el punto que pierde el control sobre los impulsos propios siendo un sentimiento violento inspirado en pasiones exagerados

Es un concepto griego que puede traducirse como «desmesura» y que en la actualidad alude a un orgullo o confianza en uno mismo exagerados, resultando a menudo en merecido castigo.

Por tanto, aquí nos permite contraponer dos actitudes por un lado nos encontramos con la prudencia que es la virtud intelectual que nos permite dar respuestas ajustadas a la complejidad de cada momento frente a esa actuación calificada como “hybris” por los griegos que podríamos asimilar a la obcecación, al arrojo desmedido y a una ceguera obstinada y terca actuación del personaje.


Esta teoría ha recuperado la máxima dedicación en las últimas décadas, y así destacamos el libro del médico británico David Owen en su libro “En el poder y en la enfermedad - Enfermedades de jefes de Estado y de Gobierno en los últimos cien años”, además de mencionar el trastorno que padecen las personas que ejercen poder -hybris, identifica los signos y síntomas de esta enfermedad, siendo estos: 
1. Aumento de la energía, la actividad y la inquietud
2. Estado de ánimo eufórico, excesivamente alto
3. Irritabilidad extrema
4. Pensamientos que se agolpan, hablar muy deprisa, saltando de una idea a otra
5. Distracción, incapacidad para concentrarse bien
6. Necesidad de pocas horas de sueño
7. Creencia poco realista en las capacidades y poderes de uno
8. Juicio deficiente
9. Un duradero período de conducta diferente de la habitual
 10. Aumento del impulso sexual
11. Abuso de drogas, en especial cocaína, alcohol y fármacos para dormir
12.Conducta provocadora, impertinente o agresiva
13. Negar que pasa algo  
14. Despilfarro de dinero, característica de la personalidad que los hace excesivamente autoconfiados y mesiánicos.

Algunos de los políticos que, a decir de David Owen, padecieron el síndrome de Hybris están: La presidenta de Argentina Cristina Fernández, el presidente fallecido de Venezuela, Hugo Chávez, así como George W. Bush, Tony Blair, José María Aznar, Arthur Neville Chamberlain, Adolfo Hitler y Margaret Thatcher.

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Como decíamos a lo largo del artículo siempre se acaba con la pérdida del poder y consecuentemente con la cura del mismo aunque no siempre, algunos se niegan a alejarse del mismo, y se conforma con los flases ocasionales, algún titular de prensa o ser referencia breve y en cursiva pero referencia.