Bajo el calor del verano, la memoria me traiciona con recuerdos de los encuentros con los auténticos terroristas laborales y el incalculable daño que hacen a personas, a trabajadores y a las propias organizaciones ya sean empresariales, sindicales o la simple asociación de vecinos.
Hoy, con las neuronas calentándose por momentos me surge la imagen de la última terrorista laboral que me he cruzado, cuyo modelo es común a gran parte de ellos, frente a su vagancia innata predica trabajo y acusa cínicamenta a los compañeors de lo que ella nunca ha hecho (trabajar e ir al tajo), no levanta sus posaderas ante el ordenador consultando vacaciones y permisos, y lo culmina utilizando como fin y defensa la presunción de su herencia más política y menos sindical.
Siendo positivos analizaremos a estas especies que nos rodean, motivos por los que empezamos una nueva serie de entradas en el blog que analizaremos diferentes tipos de acosadores y recurriendo a la mitología que como ya conocéis en muchos casos en fuente de inspiración.
Hoy, con las neuronas calentándose por momentos me surge la imagen de la última terrorista laboral que me he cruzado, cuyo modelo es común a gran parte de ellos, frente a su vagancia innata predica trabajo y acusa cínicamenta a los compañeors de lo que ella nunca ha hecho (trabajar e ir al tajo), no levanta sus posaderas ante el ordenador consultando vacaciones y permisos, y lo culmina utilizando como fin y defensa la presunción de su herencia más política y menos sindical.
Siendo positivos analizaremos a estas especies que nos rodean, motivos por los que empezamos una nueva serie de entradas en el blog que analizaremos diferentes tipos de acosadores y recurriendo a la mitología que como ya conocéis en muchos casos en fuente de inspiración.
Bajo esta figura conocemos a las personas que menosprecian a aquellos que las superan en talento y habilidades; llegando a discriminarlas e incluso acosarlas conla intención de su destrucción.
Su toxicidad para las propias organizaciones incluído en las sindicales es que ni avanzan ni dejan avanzar, son generalmente individuos frustrados por no cumplir expectativas o con una autoestima muy exagerada; este tipo de trabajadores abunda en los entornos laborales en que nos movemos.
Según estas leyendo estas líneas, seguro que a la cabeza de viene más de un nombre de algún conocido o conocida; y señalar que los personajes mitológicos que lo inspiran son demasiado reales y crueles por lo que supera tanto a las tramas literarias y cinematográficas que lo inspeiran como superan al simple trepa que nos encontramos habitualmente en los escenarios laborales o académicos.
En psicología se conoce commo la “la conducta de los codazos”. Es decir, deshacerse de los más brillantes de forma hostil y boicoteando al más preparado por simple intolerancia y puro egoísmo. Porque para ellos, no puede haber algo peor que verse superados por los demás en algún aspecto, por pequeño que sea.
El mito de Procusto: (la historia)
La mitología griega que este personaje era un posadero que regentaba una taberna en las altas colinas de Ática. Allí, ofrecía además alojamiento a los viajeros. Sin embargo, bajo aquellas barbas y bajo aquellos techos amables que invitaban al descanso y la comodidad, se escondía un macabro secreto.
Procusto tenía una cama donde invitaba a tumbarse a los viajeros. Por la noche, cuando estos dormían aprovechaba para amordazarlos y atarlos. Si la víctima era más alta y sus pies, manos o cabeza salían de la cama, procedía a cortarlos. Si la persona era más baja, les rompía los huesos para ajustar las medidas.
Este oscuro personaje llevó a cabo sus macabras acciones durante años hasta que a su posada llegó un hombre muy especial: Teseo. Como ya sabemos, este héroe adquirió fama por haberse enfrentado al Minotauro de la Isla de Creta y por convertirse más tarde, en el rey de Atenas. Se cuenta, que cuando Teseo descubrió lo que aquel sádico ser llevaba a cabo por las noches, decidió aplicarle a Procusto el mismo castigo que este aplicaba a todas sus víctimas.
“Desde entonces, trascendió una advertencia a modo de refrán que dice lo siguiente: cuidado, hay personas que cuando perciban que tus opiniones no se ajustan a las suyas o cuando vean que eres más brillantes que ellos, no dudarán en acostarte en la cama de Procusto”
Cómo actua nuestro Procusto:
Superada la leyenda sobre la violencia física de Procusto, pero nos podemos quedar con el concepto de esa agresividad encubierta y anexarlo a otro término de la ecuación consistente en que quienes ocupan puestos relevantes en cualquier organización no simpre son los más capacitados, ni mejor preparados.
El resultado final nos lleva a que cuando aparece alguien brillante, proactivo, creativo y capaz de superarlos, no dudan en aplicar artimañas y tretas para directamente anularlos, humillarlos o simplemente arrinconarlos, ante cualquier riesgo de que perturben o erosionen su mundo de incompetencia, vulgaridad y manifiesta vagancia.
Características de Procusto laboral:
- Son perfiles que viven en medio de una continua frustración y cuentan con una escasa sensación de control.
- Pueden tener una autoestima muy baja o por el contrario, exagerada o desmesurada.
- Son muy sensibles emocionalmente: cualquier situación donde ellos queden en evidencia frente a las capacidades o aciertos de otros, lo asumirán como una grave afrenta.
- Asimismo, suelen “vendernos” la idea de que son muy empáticos, que valoran el trabajo en equipo… Sin embargo, lo que hay tras sus palabras es un auténtico egocentrismo y un pensamiento rígido y tremendamente hostil.
- Acaparan todas las tareas. Su nivel de competitividad solo tiene un objetivo: sobresalir frente a los demás.
- Temen el cambio, algo sin duda muy común en las empresas regidas por líderes tradicionales y nada proactivos que ven cualquier pequeño cambio una gran amenaza.
- Realizan además atribuciones irracionales. Si por ejemplo llevamos a cabo una acción que puede suponer un beneficio para la empresa, ellos lo verán como un error, como una ingenuidad y una idea de nulo valor.
- Apagadores de sueños: Usan todas sus energías en limitar capacidades ajenas, cercena cualquier esperanza en el "otro", manipulan psicologicamente y son auténticos samurais de la agresión encubierta.
- No dudan en manipular a otros o en usar su complicidad para “acabar” con el que más destaca.
Cómo actuar ante el violento Procusto
Leyendo a diferentes autores sobre como actuar ante estos personajes o ante los escenarios de la "conducta de codos"; se habla de una primera tarea de conocerlas, identificarlas, intentar comprenderlas y finalmente manejarlas.
Otros autores ante los perfiles más tóxicos y amenzantes de Procusto recomiendan que lo mejor es poner distancia, ya que el talento no armoniza con la amenza ni con el poder más rígido y dañino; por lo que finalmente el consejo se reduce en abandonar y buscar otro escenario donde sea posible desarrollarse plenamente.
“El talento es algo bastante corriente. No escasea la inteligencia, sino la constancia y la valentía”.