"La sobrevaloración del incompetente nace
de la mala interpretación de la capacidad de uno mismo. La infravaloración del
competente nace de la mala interpretación de la capacidad de los demás.».
Estos días, estoy aprovechando a repasar
artículos revistas y apuntes antes de optar por el indulto o la destrucción
masiva y entre las notas me encontré con artículos sobre el efecto
Dunning-Kruger que explica uno de los sesgos del conocimiento que más
curiosidad me despiertas y que basta mirar alrededor para comprobar su
certeza.
Me recline en el sillón y me faltaron dedos
que en seguida daban veracidad a la hipótesis de quienes desde que se levantan ya son estupidos y ejercen desde la soberbia cotidiana.
Se basa en los siguientes principios:
1º. Los individuos incompetentes tienden
a sobreestimar sus propias habilidades.
2º. Los individuos incompetentes son incapaces
de reconocer las verdaderas habilidades en los demás.
3º.- Los individuos incompetentes son incapaces de reconocer
su extrema insuficiencia.
4º.-
Con el debido entrenamiento y formación pueden al final reconocer y aceptar su
falta de habilidad previa.
Antes
de que estos estudiosos lo evidenciasen científicamente, Charles Darwin ya había
sentenciado que “La ignorancia engendra más confianza que el
conocimiento”, es cierto, que los que gozamos de los
defectos de observar, reflexionar y curiosear, lo que se reduce al defecto de
mirarse al espejo con ojos críticos siempre hemos sospechado que la mayoría
tendemos a valorarnos por encima de la media, aspecto que claramente es
imposible por principios estadísticos.
El
avance de Krugger y Dunning fue simplemente demostrarlo en un experimento
consistente en medir las habilidades intelectuales y sociales de una serie de
estudiantes (evaluaban mediante test en razonamiento lógico, gramatical y
humor). Posteriormente se facilitaban los resultados a los sujetos y se les
preguntaba por su estimación en la posición obtenida en la clasificación.
resultado no que, mientras que el grupo de los competentes estimaban bastante
bien su posición los incompetentes lo sobreestimaban así los situados entre los
12 peores se valoraban dentro de la franja por encima de los 62 mejores.
Los
resultados eran sorprendentes:
· Los más brillantes
estiman que estaban por debajo de la media;
· los mediocres se
consideran por encima de la media,
· y los menos dotados y más
inútiles estaban convencidos de estar entre los mejores.
CONCLUSIONES PARA EL PRESENTE:
Estos
estudios con los que obtuvieron el premio Nobel, además de ser curioso es
también preocupante cuando observamos a nuestros líderes políticos, sociales;
porque se llegue a que los más incompetentes no solo tienden a llegar a
conclusiones erróneas sino a tomar decisiones equivocadas y con el agravante
que su incompetencia manifiesta les impide darse cuenta de la realidad y a
percibir la catástrofe imputada a ellos.
CONCLUSIONES SIN PENSAR EN NADIE EN CONCRETO:
Puedes
llevar años ejerciendo de máxima priora en el convento con mano dura o puedes
estar de estreno en el pupitre donde te colocó el primo-hermano, pero te pido
que al final, abras los ojos porque según esta teoría muchas de tus
decisiones y desaciertos nos han llevado a donde estamos.
Hoy,
como conclusión final simplemente expongo esta teoría para que nos permita
diagnosticar a tanto líder político o sindical, a jefecillos o expertos, a
caudillos de nada y a charlatanes de mercadillo y a alocados que pululan por
nuestras organizaciones y que padecen el "síndrome de Dunning-Kruger”, y
que con humildad se revisen sus actos, sus conclusiones y que extrañamente
nadie les ha cuestionado.
Por
último, para ti que estás leyendo estas reflexiones sigue por el camino de la
humildad de los sabios, sin decirlo y lee mi próxima entrada que hablaré justo
de lo contrario.