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martes, 19 de noviembre de 2019

LECCIONES BREVES DE PSICOLOGÍA (I) : Actuar ante el estúpido vanidoso

LECCIÓN BREVE PARA ACTUAR ANTE LOS ESTÚPIDOS VANIDOSOS.

"La sobrevaloración del incompetente nace de la mala interpretación de la capacidad de uno mismo. La infravaloración del competente nace de la mala interpretación de la capacidad de los demás.».


Estos días, estoy aprovechando a repasar artículos revistas y apuntes antes de optar por el indulto o la destrucción masiva y entre las notas me encontré con artículos sobre el efecto Dunning-Kruger que explica uno de los sesgos del conocimiento que más curiosidad me despiertas y que basta mirar alrededor para comprobar su certeza.

Me recline en el sillón y me faltaron dedos que en seguida daban veracidad a la hipótesis de quienes desde que se levantan ya son estupidos y ejercen desde la soberbia cotidiana. 

 La relación entre estupidez y vanidad se ha descrito como el efecto Dunning-Kruger, según el cual las personas con escaso nivel intelectual y cultural tienden sistemáticamente a pensar que saben más de lo que saben y a considerarse más inteligentes de lo que son. El fenómeno fue rigurosamente estudiado por Justin Krugger y David Dunning, psicólogos de la Universidad de Cornell en Nueva York, y publicado en 1999 en “The Journal of Personality and Social Psychology”. –premio Nobel 2000.

Se basa en los siguientes principios:
1º. Los individuos incompetentes tienden a sobreestimar sus propias habilidades.
2º. Los individuos incompetentes son incapaces de reconocer las verdaderas habilidades en los demás.
3º.- Los individuos incompetentes son incapaces de reconocer su extrema insuficiencia.
4º.- Con el debido entrenamiento y formación pueden al final reconocer y aceptar su falta de habilidad previa. 

Antes de que estos estudiosos lo evidenciasen científicamente, Charles Darwin ya había sentenciado que “La ignorancia engendra más confianza que el conocimiento” es cierto, que los que gozamos de los defectos de observar, reflexionar y curiosear, lo que se reduce al defecto de mirarse al espejo con ojos críticos siempre hemos sospechado que la mayoría tendemos a valorarnos por encima de la media, aspecto que claramente es imposible por principios estadísticos. 

El avance de Krugger y Dunning fue simplemente demostrarlo en un experimento consistente en medir las habilidades intelectuales y sociales de una serie de estudiantes (evaluaban mediante test en razonamiento lógico, gramatical y humor). Posteriormente se facilitaban los resultados a los sujetos y se les preguntaba por su estimación en la posición obtenida en la clasificación.  resultado no que, mientras que el grupo de los competentes estimaban bastante bien su posición los incompetentes lo sobreestimaban así los situados entre los 12 peores se valoraban dentro de la franja por encima de los 62 mejores. 

Los resultados eran sorprendentes: 
· Los más brillantes estiman que estaban por debajo de la media; 
· los mediocres se consideran por encima de la media, 
· y los menos dotados y más inútiles estaban convencidos de estar entre los mejores. 

CONCLUSIONES PARA EL PRESENTE:
Estos estudios con los que obtuvieron el premio Nobel, además de ser curioso es también preocupante cuando observamos a nuestros líderes políticos, sociales; porque se llegue a que los más incompetentes no solo tienden a llegar a conclusiones erróneas sino a tomar decisiones equivocadas y con el agravante que su incompetencia manifiesta les impide darse cuenta de la realidad y a percibir la catástrofe imputada a ellos. 

CONCLUSIONES SIN PENSAR EN NADIE EN CONCRETO:
Puedes llevar años ejerciendo de máxima priora en el convento con mano dura o puedes estar de estreno en el pupitre donde te colocó el primo-hermano, pero te pido que al final, abras los ojos porque según esta teoría  muchas de tus decisiones y desaciertos nos han llevado a donde estamos.

Hoy, como conclusión final simplemente expongo esta teoría para que nos permita diagnosticar a tanto líder político o sindical, a jefecillos o expertos, a caudillos de nada y a charlatanes de mercadillo y a alocados que pululan por nuestras organizaciones y que padecen el "síndrome de Dunning-Kruger”, y que con humildad se revisen sus actos, sus conclusiones y que extrañamente nadie les ha cuestionado.

Por último, para ti que estás leyendo estas reflexiones sigue por el camino de la humildad de los sabios, sin decirlo y lee mi próxima entrada que hablaré justo de lo contrario.