UNA DE ÉPICA
En el camino
Enrique Sánchez Lubián
Cuatro días después de celebradas las elecciones generales del 28-A, el dos de mayo se cumplirán 140 años de la fundación del PSOE. Dado que las encuestas les auguran una victoria que podría ser escasa para gobernar, ahí tienen sus militantes, simpatizantes y votantes otra razón más para darle carácter épico a esta convocatoria.
Con sus luces y sus sombras, algunas muy grandes, que de todo ha habido en este tiempo, la historia del último siglo y medio en España no puede contarse sin entrelazarla con el devenir del PSOE, la organización política más longeva del país. Militar hoy en un partido o un sindicato es fácil, pero en épocas pasadas tal compromiso podía costar el trabajo, la libertad, el destierro o, incluso, la vida. El pasado domingo, en las figuras de Manuel Azaña y Antonio Machado, el presidente Sánchez rindió homenaje a los miles de hombres y mujeres que al terminar la guerra civil hubieron de exiliarse para no ser represaliados por sus convicciones republicanas, socialistas, comunistas, nacionalistas, anarquistas, liberales,…
Toda revolución comienza con una idea. Quienes aquel dos de mayo se reunieron en Casa Labra, castiza taberna junto a la Puerta del Sol, lo hicieron convencidos de que de la unidad de los trabajadores era el mejor camino para lograr su emancipación y ser dueños de su propio destino. Creían en una sociedad más justa, más libre y más solidaria. Con gran esfuerzo llegaron a convertirse en una poderosa fuerza, capaz, desde sus Casas del Pueblo y agrupaciones, de alcanzar grandes conquistas sociales para el conjunto de la población. Hubo un tiempo en que ser socialista era más que una opción política personal para estar considerado como una forma de ser y de comportarse en la vida.
Ahora, cuando los ciudadanos vamos a decidir quienes nos gobernarán en los diferentes ámbitos territoriales, no viene mal tener presente que además de con la razón, recogida ésta en programas viables y propuestas ilusionantes de transformación social, las elecciones también pueden ganarse con el corazón. Quienes formen parte de las candidaturas socialistas al Parlamento, ayuntamientos y comunidades autónomas no deberían olvidar a cuantos hombres y mujeres, ayer y hoy, han contribuido a alcanzar tan emotiva efeméride. Lo dicho: una de épica; que con ella también se nutre la política.
