Asimismo, ha demandado que, ante el cambio del modelo económico y del mercado laboral, es preciso cambiar las políticas de prevención
La Vicesecretaria General de UGT, Cristina Antoñanzas, ha denunciado que la crisis económica y las peores condiciones de trabajo, desde que se aprobó la reforma laboral de 2012, han provocado un aumento de la siniestralidad laboral, de las enfermedades profesionales y, en concreto, de los riesgos psicosociales, de tal forma que “se han incrementado los niveles de estrés laboral y las patologías relacionadas con los trastornos mentales”. Así, la primera causa de accidente mortal son las patologías no traumáticas, como son los infartos o derrames cerebrales, directamente relacionados con los riesgos psicosociales. Solo en 2015 fallecieron 223 trabajadores y trabajadoras por este motivo, lo que supuso un 43,30% del total de accidentes mortales. Por ello, “desde UGT hemos realizado una propuesta a la Inspección de Trabajo y Seguridad Social para que desarrolle una campaña de control de la gestión de los riesgos psicosociales en las empresas”.
Antoñanzas ha hecho estas declaraciones durante la presentación de la Jornada Confederal de Salud Laboral, donde se han presentado los trabajos del Observatorio de Riesgos Psicosociales de UGT. Un acto de apertura , en la que ha participado también Ana García de la Torre, Secretaria de Salud laboral y Medio Ambiente de UGT, que se ha encargado además de clausurar este acto, que se ha desarrollado en la Escuela Julián Besteiro.
García de la Torre ha manifestado que, en contra de lo que ocurre en los países nórdicos (donde los trastornos mentales y los relacionados con el estrés se incluyen en la lista de enfermedades profesionales) en España no hay una legislación específica en esta materia.
De tal forma, que los riesgos psicosociales y las enfermedades que causan no están reconocidas como enfermedades profesionales. “De ahí que exista una infradeclaración de estas contingencias profesionales. Estas patologías, aunque muchas veces son consecuencia de la actividad laboral, son declaradas como contingencias comunes, con el sobrecoste que esto supone para los Sistemas Públicos de Salud y, por tanto, para todos los ciudadanos”. Por otro lado, “el trabajador, además de sufrir los efectos perjudiciales derivados de las malas condiciones de trabajo, ve reducidos sus ingresos económicos de sustitución, debido a esta calificación”.
Por esto, ante la falta de una legislación específica, “la negociación colectiva adquiere una importancia esencial”. Se deben recoger cláusulas y compromisos en los convenios para prevenir los riesgos psicosociales.
La Secretaria de Salud Laboral de UGT ha resaltado, también, la importante labor de los representantes de los trabajadores en la implantación de la cultura preventiva en los centros de trabajo: “los centros de trabajo con mayor presencia sindical tienen mejores condiciones de trabajo, mejor gestión de las medidas preventivas y menor siniestralidad laboral”.
Asimismo, ha demandado que, ante el cambio del modelo económico y del mercado laboral, es preciso cambiar las políticas de prevención: “para que sean eficaces han de centrarse en la organización del trabajo, en la prevención de los riesgos emergentes, los trastornos musculo-esqueléticos y los riesgos psicosociales, en un sentido amplio”.
FUENTE: UGT ;
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