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jueves, 13 de agosto de 2020

132 AÑOS DE HISTORIA -




EL OBRERO

132 AÑOS DE HISTORIA

Escrito por Eduardo Montagut

Publicado en Textos históricos obreros

El mes de agosto de 1888 constituye un hito en la Historia del movimiento obrero español, ya que se creó la primera gran organización sindical y el Partido Socialista celebró su primer Congreso, nueve años después de su fundación. Ambos Congresos se celebraron en Barcelona. 

El 23 de junio de 1888, la Comisión Ejecutiva del Congreso Nacional Obrero de Barcelona, compuesta por Toribio Reoyo, José Garrigó, José Borrell, Luis Rosal, Martín Rodríguez, Salvador Ferrer, Tomás Florensa, y Juan Boixadé, aprobó la convocatoria para la celebración de dicho Congreso.

Los delegados de la clase obrera de Barcelona y su área, que se había adherido al Congreso, habían decidido que la celebración del Congreso se realizaría los días 12, 13 y 14 de agosto. Por eso instaba a que se nombrasen delegados de las Federaciones, Sociedades, Centros y Agrupaciones Obreras adheridas o que manifestasen su deseo de participar. Los delegados debían contar con la correspondiente credencial de la organización a la que representaban, con el dato del número de asociados de las mismas, dejando constancia de los que trabajaban y los que se encontraban en paro. En el caso de organizaciones que se uniesen para nombrar delegados se debía hacer constar en la credencial a cuáles representaban con el número de asociados de cada una. Los delegados debían estar en Barcelona en la noche del día 11 en la calle Tallers, nº 29, piso 1º, puerta 1ª, donde constituirían la Comisión revisora de actas de delegados los siete primeros que entregaran sus credenciales, y que cumpliesen con todos los requisitos.

En el orden del día del Congreso habría que destacar algunas cuestiones importantes. En primer lugar, los delegados debían discutir y tomar una decisión sobre el alcance que debía tener la Federación Nacional dentro de la lucha económica. Después había que dilucidar si esta Federación sería de Sociedades aisladas o de Federaciones locales, comarcales, regionales o nacionales. Si debía darse por constituida la Federación Nacional española después del Congreso y, por lo tanto, pudieran adherirse a la misma las Sociedades que lo deseasen a partir de entonces. Si quedaba constituida había que decidir lo que cada federado debía contribuir. También había que decidir dónde estaría ubicado el Comité Directivo. Otro punto importante tenía que ver con las relaciones que habría que plantearse con los trabajadores de otros países.

Las votaciones para aprobar las resoluciones se harían por mayoría no de delegados, sino en función de los trabajadores representados, de ahí la insistencia de que las credenciales dejasen muy claro el número de los asociados de cada organización.

Sabemos por Josep Comaposada que en el Congreso estuvieron presentes el Centro Obrero de Mataró (Sección de Vidrieros, vidrio común y medio cristal), las Tres Clases de Vapor también de Mataró, la Sociedad de albañiles de Tarragona, la Federación Tipográfica en representación de las Secciones de Madrid, Barcelona, Valencia, Castellón, Tarragona, Zaragoza, Logroño, Burgos, Bilbao, Córdoba, Málaga, Huesca, Guadalajara y Granada, la Sociedad de Tejedores de seda de Barcelona y sus alrededores, los Estucadores de Barcelona, Cilindradores y Aprestadores de Barcelona, los Carpinteros de Gracia, la Unión de obreros de la madera de Madrid, los Pulidores, marmolistas y torneros marmolistas de Barcelona, el Centro local de Vic (Secciones de Curtidores, cerrajeros, mecánicos, Tres Clases de Vapor, carpinteros y alpargateros), el Centro local de Manresa (las Tres Clases de Vapor, albañiles, carpinteros, curtidores, y cinteros de seda), los Pintadores a mano de Barcelona, los Estampadores de Barcelona y sus contornos, los Herreros mecánicos de Barcelona y sus contornos, los Picapedreros de Barcelona, los Silleros de enea de Barcelona, los Tejedores mecánicos de Caldas de Montbuy, y los Panaderos de Castellón. Aunque también se habían recibido adhesiones de otras sociedades obreras, destacando de algunos oficios de Santander. Al parecer, serían 44 Sociedades de oficios, siendo 28 catalanas, aunque Tuñón de Lara y Núñez de Arenas hablan de 41. Representarían a unos 5.154 trabajadores. Tenemos que tener en cuenta, que la Federación Tipográfica Española, creada en 1882, era la organización representada con más militancia con diferencia. Por su parte, los mismos historiadores citados estiman que, al final, la UGT se creó con 27 sociedades. Calculan que representarían a unos 3.355 afiliados.

En la segunda sesión, Pablo Iglesias propuso que se denominase Unión General de Trabajadores la nueva organización, y fue aprobada la propuesta.

El primer Comité Nacional de la UGT estuvo presidido por el tipógrafo Antonio García Quejido, uno de los fundadores del PSOE, y uno de los primeros miembros del Consejo de Redacción de El Socialista, además de ser un personaje fundamental del socialismo español hasta su contribución a la creación del PCOE, ya en la última etapa de su vida en los años veinte. Quejido presidiría la UGT hasta 1892. El vicepresidente elegido sería Salvador Ferrer, uno de los fundadores de la Agrupación Socialista de Barcelona, tejedor-mecánico de profesión, permaneciendo en el Comité Nacional hasta su fallecimiento en 1890. Como tesorero se eligió a Ramón Colado, que pertenecía a la Sociedad de Picapedreros. Estuvo en el Comité hasta 1891. Ramón Ciuró fue designado secretario, siendo Juan Graells el vicesecretario. Graells también era picapedrero, y estuvo en el Comité hasta finales de 1891, cuando tuvo que dejar el cargo por ser acusado de no respetar el convenio de su oficio. Los vocales serían José Carnicer y Basilio Martín Rodríguez. Carnicer permanecería de vocal hasta 1890, y el pulidor marmolista Martín Rodríguez estuvo en el Comité organizador del Congreso, y luego llegaría a ser vicepresidente y presidente de la UGT, además de pertenecer a la Agrupación Socialista de Tarragona. El Comité fijo su sede oficial en Barcelona, pero en 1899 pasaría a Madrid, según acuerdo del VI Congreso.

La UGT se organizaría a través de Sociedades Obreras o de Oficios en el nivel local, y luego con Federaciones en un nivel nacional. La UGT defendía que se fijasen salarios mínimos y que se luchara por la fijación de la jornada de ocho horas. La UGT tendría desde sus inicios una vocación internacionalista.

 

La UGT supone el triunfo de la idea sobre la importancia de la organización y la unión de los trabajadores para la defensa de sus intereses en el ámbito económico, frente al modelo de Partido, que lucharía por la conquista del poder político, aunque ambos compartían la importancia del desarrollo de la organización, un valor fundamental del ámbito socialista del movimiento obrero. En principio, la UGT era independiente del PSOE, pero indudablemente la relación fue estrechísima; en primer lugar, porque los miembros de los órganos directivos de la primera eran también miembros del Partido, además de que muchos afiliados a las Sociedades Obreras pertenecían a las Agrupaciones Socialistas locales, reunidos en las Casas del Pueblo de las primeras. Pero, además fue evidente la misma orientación de ambas organizaciones.

Podemos consultar las siguientes referencias:

  • Diccionario Biográfico del Socialismo Español.
  • El Socialista, números 122 y 129
  • Eduardo Montagut, “La convocatoria del Congreso fundacional de la UGT”, en El Obrero, 13 de agosto de 2017. También, “El Congreso fundacional de la UGT para Josep Comaposada”, en El Obrero, y en la misma fecha.
  • Un Breve resumen de la Historia de la UGT en la red en Mano a Mano por tus derechos, en la red.
  • Manuel Tuñón de Lara y Manuel Núñez de Arenas, Historia del movimiento obrero español, Barcelona (1970), aunque podemos consultarlo en la red.
  • Aurelio Martín Nájera y A. González Quintana, Fuentes para la Historia de la Unión General de Trabajadores, (1988).
  • Santiago Castillo, Historia de la UGT. Un sindicalismo consciente. 1873-1914, el primer tomo de la Historia de la UGT, que dirige el propio autor, y que se publicó entre 2008 y 2011.

 

EDUARDO MONTAGUT