Vamos a salir a las calles de Castilla y León el 27 de noviembre por las libertades y los derechos de toda la ciudadanía, en defensa de la democracia representativa y participativa, del estado social y de derecho, por la convivencia y el respeto a la diversidad, por la legitimidad de las organizaciones de la sociedad civil y por el acatamiento a la legalidad democrática que nos hemos dado. En la actualidad estos principios y valores están siendo cuestionados y, en muchas ocasiones, pisoteados en nuestra Comunidad por la extrema derecha instalada cómodamente en el Gobierno junto al Partido Popular.
Las organizaciones sindicales de CCOO y UGT de Castilla y León hacemos un llamamiento a nuestros afiliados/as y a delegados/as para que acudan a estas manifestaciones. Llamamiento que hacemos extensivo a todas las personas y organizaciones políticas, sindicales, económicas, sociales, culturales, etcétera, para que acudan a manifestarse en favor del sistema democrático, en defensa de la democracia.
Solo llevan seis meses en el gobierno de nuestra Comunidad y ya han acumulado un sinfín de ataques y vejaciones a numerosas organizaciones, entidades y colectivos representativos de la diversidad y pluralidad que caracteriza una sociedad avanzada y libre. El peligro es cierto y ya evidente.
La pérdida real de calidad de nuestro sistema parlamentario, como se muestra cada vez que hay Pleno en las Cortes, con un Presidente del partido fascista, que no cree en la Constitución Española, ni en las Comunidades Autónomas que de ella dimanan y con un comportamiento de los parlamentarios del partido de la ultraderecha insultante y sectario, que busca “enemigos” de España sin cesar, y consecuentemente generar una sensación de frentismo dentro de la sociedad. Todo ello sitúa a Castilla y León en lo político entre lo patético y lo deleznable.
Comenzado por una Vicepresidencia de la Junta, incompetente competencialmente e inútil en lo funcional que solo ha servido para arremeter con virulencia contra todo y contra todas y todos. En contra de las políticas de igualdad entre hombres y mujeres y frente a la lucha contra la violencia de género; en contra de la inmigración y de las políticas de igualdad de oportunidades de diversos colectivos, entre ellos el LGTBI; frente a las actuaciones de reparación y dignificación de las víctimas del franquismo y de la Memoria Histórica; contra las organizaciones representativas de la sociedad civil, en especial, contra los sindicatos más representativos de clase, pero también contra las asociaciones representativas de los empresarios, o asociaciones del mundo del trabajo autónomo, etc. En definitiva, todos y todas somos “enemigos” de España.
Que decir de las actuaciones de la Consejería de Industria, Comercio y Empleo, de todo punto censurables. La incapacidad e ineptitud de este “soldado” de la extrema derecha al mando de la Consejería, le hacen ver como “comunistas” los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU y negar el cambio climático. Ha destrozado las políticas públicas más avanzadas en el mundo del trabajo, construidas durante muchos años en nuestra Comunidad: en las políticas activas de empleo ha eliminado líneas de trabajo esenciales para la igualdad de oportunidades y de empleo que afectan a mujeres, inmigrantes, personas desempleadas y ocupadas... En prevención de riesgos laborales eliminan programas que ayudan a autónomos y microempresas y a sus trabajadores/as. En solución extrajudicial de conflictos, eliminan el SERLA, que ayuda a empresas y trabajadores a solucionar sus problemas sin acudir a juicio (sistema implantado en toda España); eliminan sin justificación alguna la “Mesa del Autónomo” y dejan de apoyar a sus asociaciones representativas, etc.
Su política de derribo de todas las formas de progreso y consenso social alcanzan a los programas públicos que gestionaban los Ayuntamientos y Diputaciones, y a las Universidades Públicas (cátedras del mundo del trabajo) y a otras entidades colaboradoras de la Junta. Niegan y ningunean la representatividad de UGT y CCOO, no respetando la legalidad vigente en nuestro país y en nuestra Comunidad e incumplen sin escrúpulos los Acuerdos vigentes en estos ámbitos. Destrozan los órganos de Participación Institucional legales en Castilla y León en el ámbito de las relaciones laborales, la salud laboral y el empleo. Menosprecian y vienen a liquidar los procesos históricos de negociación y concertación social con la Administración Autonómica, el diálogo social tripartito, entre organizaciones sindicales y empresariales y el Gobierno de la Junta, seña de identidad de esta Comunidad Autónoma.
La mentira por bandera, con el único fin de imponer su ideología a toda la sociedad, utilizan la terminología con objetivos canallas y recurren al insulto y la descalificación grosera e infame y las amenazas al diferente, que es considerado enemigo. No creen en la democracia participativa y, evidentemente tampoco, en la democracia representativa. Ni creen en el estado social y de derecho, ni en los servicios públicos y en la mejora constante del estado de bienestar. Y están gobernando Castilla y León desde Madrid como el “piso piloto”, la experiencia primera para exportar a todos los rincones posibles de nuestras instituciones políticas en las próximas elecciones municipales y autonómicas, así como en las elecciones generales. Todo ello con la complacencia de un Partido Popular encabezado por un Presidente de la Junta, que está cediendo de forma escandalosa y vergonzante la iniciativa, el discurso y el poder a la extrema derecha.
El 27 de noviembre, por todos estos motivos, nos manifestamos en defensa de la democracia. Acude a levantar tu voz y tener presencia junto a todas las personas que estuvieron y están en la lucha histórica de la defensa del sistema democrático, de la convivencia y de la libertad en nuestra Comunidad.