Querido compañero, querida compañera:
Hoy, quiero recordar que durante estos cinco años hemos aprendido a perder el miedo a luchar y pelear, contigo acudí a numerosas huelgas en defensa de lo público; me llevaste de la mano a asambleas y a plazas, estuvimos presente contra los desahucios y peleamos para que no echaran a aquel vecino de su casa, gritamos a los autores de las preferentes, nos indignamos con el corazón contra los recortes en sanidad y pedimos que no tocarán la dependencia; y también vestimos camisetas verdes para defender la educación pública como herramienta fundamental de la democracia y de la igualdad.
Cinco años han pasado, hemos alimentado la esperanza de que podemos cambiar el sistema, que estamos obligados a defender lo que nuestros antepasados lucharon y conquistaron, que tenemos una deuda con ellos y una responsabilidad con nuestros hijos, ahora, NO TE PUEDES QUEDAR EN CASA... TIENES QUE VOTAR.
AQUEL AÑOS NOS ROBARON LA NAVIDAD, ahora les toca a ellos... ¡VOTA!