F. Leiro |
OJALÁ SEAMOS
DIGNOS DE LA
DESESPERADA
ESPERANZA
Eduardo Galeano
Hoy,
quiero dedicar esta entrada a toda la gente que admiro por valientes en su
entrega a diario, por la ilusión en su trabajo sin desfallecer a pesar de tanta
"conspiración y envidia", a las personas que quiero porque
representan pasado presente y futuro para la gente de progreso, por no rendirse
a pesar de las envidias y ataques casi personales, son líderes, estarán en la
primera línea y nosotros cerrando filas).
Ojalá podamos tener el coraje de estar solos y la valentía de arriesgarnos a estar juntos, porque de nada sirve un diente fuera de la boca, ni un dedo fuera de la mano.
Ojalá podamos ser desobedientes, cada vez que
recibimos órdenes que humillan nuestra conciencia o violan nuestro sentido
común.
Ojalá podamos merecer que nos llamen locos, como
han sido llamadas locas las Madres de Plaza de Mayo, por cometer la locura de
negarnos a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria.
Ojalá podamos ser tan porfiados para seguir
creyendo, contra toda evidencia, que la condición humana vale la pena, porque
hemos sido mal hechos, pero no estamos terminados.
Ojalá podamos ser capaces de seguir caminando los
caminos del viento, a pesar de las caídas y las traiciones y las derrotas,
porque la historia continúa, más allá de nosotros, y cuando ella dice adiós,
está diciendo: hasta luego.
Ojalá podamos mantener viva la certeza de que es
posible ser compatriota y contemporáneo de todo aquel que viva animado por la
voluntad de justicia y la voluntad de belleza, nazca donde nazca y viva cuando
viva, porque no tienen fronteras los mapas del alma ni del tiempo.
Eduardo Galeano – Palabras de agradecimiento al
recibir el Premio Stig Dagerman.
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