Vivimos un
momento nuevo, único y exclusivo en nuestra historia democrática, y en esta situación hemos recuperado ilusión y esperanza en volver a recuperar y a conquistar derechos que nos han sido arrebatados, igualmente ante un nuevo mundo donde países vecinos abanderan sus gobiernos los
Aprovecho para incluir breves ideas de intenciones que menciono la minsitra y el discurso de Joaquín Pérez Rey que como Secretario de Estado, cuyas palabras nos han emocionado, y además siempre hemos sido fieles seguidores y lectorres de sus trabajos.
La ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda
Díaz, ha asegurado hoy que será el Diálogo Social “la más alta expresión de
nuestra manera de gobernar y de afrontar las dificultades. Nos encontraremos
con quien sea en la senda del diálogo y del trabajo en común. Mano a mano con
los agentes sociales”.
Para la nueva titular de Trabajo “debemos volver a la
ley, debemos derogar la
reforma laboral para
recuperar los derechos de las trabajadoras y trabajadores”, ha señalado tras
recibir la cartera de Trabajo, de manos de la anterior ministra, Magdalena Valerio.
Díaz ha
pronunciado estas palabras tras la toma de posesión de los altos cargos de su
Ministerio, - a la que también ha asistido el ministro de Inclusión, Seguridad
Social y Migraciones, José Luis Escrivá -, señalando además que “queremos que
la recuperación económica se celebre en las casas, propiciando el bienestar,
permitiendo trabajo y vida mejores para todas y para todos”.
En esta jornada
han tomado posesión de su cargo el Secretario de Estado de Empleo y Economía
Social, Joaquín Pérez Rey, la subsecretaria del Ministerio de Trabajo y
Economía Social, Gemma del Rey Almansa, y María Amparo Ballester en la
dirección del Gabinete de la ministra.
También han
tomado posesión, en la dirección general de la Inspección de Trabajo y
Seguridad Social, Héctor Illueca Ballester; la Dirección General de Trabajo
estará dirigida por Verónica Martínez Barbero; y la Dirección General de
Trabajo Autónomo, Economía Social y Responsabilidad Social, por Maravillas
Espín Sáez.
INTERVENCIÓN DE JOAQUÍN PÉREZ REY:
“Comienzo
con el primero de los muchos agradecimientos en los que se resume esta breve
intervención. Gracias a los funcionarios del ministerio por su acogida. Entre
las virtudes de este equipo no está precisamente la de tomarse las cosas con
parsimonia y tranquilidad. Y hemos encontrado lo que necesitábamos una
plantilla espectacular, llena de conocimientos y, pese a las carencias,
dispuesta a dar lo mejor de sí misma. Gente magnifica que nos ha sacado
adelante el trabajo y que ha permitido que en unas semanas normas que serán
decisivas para los trabajadores de este país, estén ya dispuestas y prontas.
Llegamos aquí con ilusión y con el aliento
de los débiles. Son ellos los que nos han dado las llaves de este edificio y a
ellos nos debemos. Los rostros de las que limpian hoteles, de las paradas, de
los precarios, de los trabajadores y las trabajadoras que cada día crean la
riqueza de la que este país se nutre.
Lamentablemente en muchos casos el trabajo
se ha convertido en un espacio de sufrimiento. Nuestro empeño es devolverle la
ciudadanía a la gente que trabaja, alumbrar con luces largas los cuartos oscuros
de nuestra Constitución, la que justo ahora me he comprometido a cumplir. Los
recovecos que hablan de estado social, de libertad sindical, de derecho al
trabajo, de asociacionismo de participación, de igualdad sustancial, de
democracia en la empresa…
Esos lugares que tanto esfuerzo les costó a
los que nos antecedieron – como Julian Ariza, aquí presente o Suso
Diaz, el padre de la ministra – y con los que nos une un sentimiento fraterno,
un hilo que no se puede romper porque está construido con las hebras de la
solidaridad. Una generación acostumbrada a la derrota de la que, sin embargo,
lo hemos aprendido casi todo.
No surgimos de la nada, llevamos años
trabajando con un equipo extraordinario y con la colaboración de muchos de los
que hoy llenan este zaguán. Ahora los vamos a necesitar más que nunca. Y
consuela tenerlos cerca. Porque enfrentar un reto de esta naturaleza requiere
de toda nuestra inteligencia para, entre tantas otras cuestiones, poner freno a
la precariedad, evitar el fraude en la norma laboral en forma de riders,
falsas cooperativas o falsos autónomos, devolver el equilibrio a la negociación
colectiva, introducir la democracia en las empresas, impulsar la economía
social y los derechos de los autónomos…
Garantizar y promover en definitiva los
derechos humanos laborales, haciendo propia la idea de trabajo decente e
incorporando a nuestro ordenamiento las normas internacionales y europeas que
aún nos restan. Trabajaremos codo con codo con la OIT porque estamos
convencidos de que solo es posible mirar el trabajo con las lentes del
internacionalismo.
Y haremos todo este esfuerzo, en el que nos
vamos a dejar la piel, para desembocar en un nuevo Estatuto del Trabajo que
responda a las necesidades de un mundo, el del trabajo, que ya no cabe en el texto
que se ideó en 1980.
Pero no solo es importante el qué, para este
Ministerio es igual de decisivo el cómo. Creo con humildad que
hemos inaugurado en este brevísimo tiempo una nueva forma de hacer
las cosas, en unas relaciones laborales presididas por el diálogo social y que
tiene en este intercambio su protagonismo, confiando en el equilibrio que surge
del encuentro entre el sindicalismo y la patronal que por cierto están
representados en este acto por personas de la más alta competencia, muchas de las
cuales nos acompañan y es un lujo y un placer trabajar cotidianamente con ellos
y aprender conjuntamente de estas experiencias.
Nuestros propósitos son ambiciosos y su
consecución es seguramente el mejor homenaje que le podemos brindar al
Ministerio de Trabajo que este año cumple su centenario, algo que también
queremos destacar, y queremos ponerlo en el centro de nuestro discurso porque
ello supondrá que el trabajo, tantas veces olvidado y relegado, casi camuflado,
vuelva también al centro del debate social y deje de ser tratado como una mera
variable económica.
Me produce mucha alegría además saber que
cuento con el apoyo de mi familia. Y aquí no me extiendo porque, como soy
alguien muy propenso a caer rápidamente en lo sentimental, no merece la pena
empezar con lágrimas un camino que emprendemos con alegría.
Termino.
Para un profesor de universidad como lo soy yo no es fácil llevarle la
contraria a ese intelectual espectacular que era Adorno. Cuenta una
anécdota que reclamado por los estudiantes para que se sumará a sus protestas y
las apoyara, el profesor se dirigió al micrófono ante la asamblea y tras un
instante de duda pasó de largo, camino de nuevo hacia el Seminario de filosofía
en donde tenía su despacho. Uno de sus alumnos resumió esta acción diciendo que
en el umbral de la práctica el profesor volvió a refugiarse en la teoría.
Y yo
he hecho lo contrario, aunque desde luego no puedo compararme con Adorno.
Porque mi impulso era más poderoso, se llama Yolanda Díaz y que sea ministra de
trabajo es para muchos la noticia más emocionante que la política nos ha deparado
en décadas. Es un orgullo caminar a tu lado compañera, es un orgullo caminar al
lado de un equipo fantástico, a los que me une un lazo de fraternidad que me
enorgullece y me sostiene, queridas y queridos compañeros.”
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