SOCIALISMO Y REPUBLICA:
Manuel Azaña: "Muchos que se creáin republicanos no lo eran".
Recordamos, aquel lejano 12 de agosto de 1888, cuando un grupo de 32 delegados se reunian en el primer Congreso Nacional Obrero, y el segundo día tomo la palabra un delegado Pablo Iglesias Posse y propuso que la organización nacional de sociedad obreras que pretendía crear se denominase Unión General de Trabajadores.
Nueve años antes, aquel mismo Pablo Iglesias y un grupo de trabajadores e intelectuales fundaban el Partido Socialista Obrero Español.
Aprovechando estas conmemoraciones y de tener tan larga historia, en ocasiones, conviene repasar para evitar despistes o enfrentamientos infructuosos. Con el "campechano" huído y con un gobierno de coalicción algunos intentan marcar "otro paso", ajeno a nuestra propia naturaleza o historia.
Aquellos primeros años, no se cuestionaban, el concepto de república en cuanto que eran creyentes del socialismo ortodoxo (nadie hablaba de la socialdemocracia) solo se luchaba por la mejora de las condiciones de la clase obrera y la abolición del capitalismo y de los pilares que lo sustentaban (la iglesia católica o la burguesía). Así, de rotundo argumentaba PABLO IGLESIAS POSSE: “si estoy en contra del rey del taller como no voy a estar en contra del rey”
En 1909, se constituye la Conjunción Republicano-socialista, se mantiene a lo largo de los años y en diferentes procesos electorales, y es lo que permite que el Psoe y el abueñp Iglesias alcande un escaño como diputado en Cortes. Sin esa alianza, era imposible, ya que el sufragio era censitario y estaban privado del voto, las mujeres, braceros y jornaleros, o los pobres, es decir los más cercanos al socialismo.
Importante, destacar que el republicanismo no era socilista, salvo Pi y Margall con los federalistas que ambicioanban un cierto socialismo en sus ideas; por lo que Iglesias tuvo que realizar una importante labor didáctica tanto con unos como con los suyos.
Otro personaje a destacar, dentro de la variedad de socialistas, fue Julián Besterio que nunca se declaro como republicano, pero hay que entender que el siempre fue defensor de la dictadura del proletariado democrática y en esa configuración del estado no cabía, obviamente la figura de un monarca.
El PSOE, confirma su total republicanismo es con Indalecio Prieto que ideologicamente apuesta por un partido socialista republicano y por un socialismo liberal.
En la evolución del socialismo, es importante recordar a Francisco Largo Caballero que defiende que hay que estar siempre en donde se consigan mejoras y nos acerquemos a nuestros reivindicaciones. motivos por los que participó en el Instituto de Reformas Sociales.
En la crisis de Alfonso XIII, aparecen protagonistas como Indalecio Prieto los que reafirman la vocación republicana del socialismo, se valora por todos los socios (anarco-socialistas y republicanos= como la posiblidad de avance y como vía modernizadora imprescindible. Aunque los socialistas, en el fondo siguen ilusionados al pensar en la destrucción del capitalismo.
Durante la dictadura, el socialismo español admite por presiones con los países aliados que se asuma una monarquía pero siempre que tenga el refrendo de unas elecciones sobre la forma de estado.
En esta historia más reciente, todos sabemos y hemos leído mucho sobre el famoso XXVII Congreso que perdio Felipe Gonzalez y como las estrategias y artimañas de Alfonso Guerra le llevaron a reconquistar y finalmente dominar el partido.
Por tanto, defender cualquiera de estas ideas en este momento es igual de válido, pero es el momento como socilistas y es nuestro deber exigir responsabilidades, y actuar en consecuencia con la corona y con sus casos de corrupción".
Por mi parte, recurro y comparto el discurso que el diputado socilista Luis Gómez Llorente realizó en la comisión constituyente del 78, dando voz al PSOE y que votó por la República:
“Los socialistas asumen la responsabilidad de replantear todas las instituciones básicas de nuestro sistema político sin excepción, incluso la forma política del Estado y la figura del Jefe del Estado.
No creen en el origen divino del Poder, ni en el privilegio por razones de linaje. Ni aceptan la Monarquía como una situación de hecho. Defienden la República: por honradez, por lealtad con su electorado, por las ideas del partido, porque sienten el mandato de los republicanos que no han podido concurrir a las elecciones. Reafirman la forma de gobierno republicana, al ser la más racional y acorde con los principios democráticos. Del principio de la soberanía popular se infiere que toda magistratura deriva del mandato popular; que las magistraturas representativas son fruto de la elección libre, expresa, y por tiempo definido y limitado.”…
“Además para un demócrata, ninguna generación puede comprometer la voluntad de las generaciones sucesivas. Los socialistas aspiran a la igualdad y se esfuerzan por compatibilizar la libertad y la igualdad, de ahí sus reparos a la herencia. ¿Cómo no vamos a ser contrarios a que la jefatura del Estado sea hereditaria? Estas ideas no tienen su génesis en el propio pensamiento socialista, sino en el liberalismo radical burgués. Mas los socialistas son republicanos no sólo por razones de índole teórica. Pertenecen, a un partido, que se identifica con la República, no en vano, fue el pilar fundamental en el régimen del 14 de abril de 1931. Fue baluarte de la República, cuando no hubo otra forma de asegurar la soberanía popular, la honestidad política y, en definitiva, el imperio de la ley unido a la eficacia en la gestión”…
No hay comentarios:
Publicar un comentario